domingo, 1 de noviembre de 2009

goin' home


En la colina en la que Custer
libró su última batalla
rodeado por los indios
y con el fusil en la mano.

El viento que aquel día
sopló sobre el campo de batalla
lo pude sentir en mi pelo
mientras me dirigía al centro.

Sorteando los edificios,
atajando por las calles,
rebanando la cultura
y apilando las semanas.

De vuelta a casa, estoy de vuelta a casa.

Te visito inesperadamente, amigo,
"como tiempo atrás",
dijo el tonto que firmó el papel
con surtidos lodos.

No es fácil ablandar un corazón de piedra
pero por ti haré el intento
de buscarte alojamiento
y mirar de contentarte.

Quizá pensabas que fue fácil
malvender la vida
para no tener qué vivir
con las promesas que hiciste.

De vuelta a casa, estoy de vuelta a casa.

Esquiva, colgó el teléfono,
fue de celda en celda,
con una mirada expresiva
y haciendo lo debido.

Dio la vuelta en el puente de madera,
hacia el campo de batalla,
con un millar de guerreros sobre la colina
e intentó desconectar su radio.

Sonaban tambores de guerra
en torno a su coche
y vio cómo sus ropas se convertían
en cielo y estrellas.

De vuelta a casa, estoy de vuelta a casa.

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